Con la proteína de seda resulta fácil elaborar fórmulas de sistemas para la higiene personal, los niveles de empleo recomendados son de 0.5 – 3.0%
La proteína de seda es completamente soluble en agua, glicerina y propilenglicol, también es soluble en sistemas acuosos/alcohólicos.
Se considera una materia prima cosmética aceptable que no presenta peligros especiales. En esencia, no es irritante para la piel y los ojos, y tampoco es tóxico.